Los niños hoy enfrentan muchas presiones—hasta los más pequeños lo sienten. Ya sea por el colegio, las redes o simplemente el ritmo del día a día, su confianza puede verse afectada.
Algunos se aíslan, otros reaccionan con rabia. Pero casi siempre es porque se sienten abrumados por dentro.
El yoga les da un espacio para respirar y sentirse fuertes en su propio cuerpo. No se trata de hacer posturas perfectas, sino de sentirse seguros.
Los movimientos simples y la respiración los ayudan a reconectarse consigo mismos. Con el tiempo, se paran más firmes—por dentro y por fuera.
Prueba esta mini rutina para fortalecer la confianza:
• Postura de la Montaña: De pie, pies firmes, brazos relajados. Siéntete fuerte y estable como una montaña.
• Postura del Superhéroe: Manos en la cintura, pecho arriba, pies abiertos. Respira como si fueras a salvar el mundo.
• Respiración de Paz: Inhala “yo soy,” exhala “suficiente.”
Con la práctica, los niños empiezan a creer más en ellos mismos. Esa confianza tranquila los acompaña más allá del tapete.